La Iglesia del Santo Sepulcro
Uno de los sitios más importantes de la cristiandad es la Iglesia del Santo Sepulcro, conocida en árabe como Al-Qiyame, que significa "resurrección." La Iglesia está construida en el tradicional lugar de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo. La iglesia original fue construida en el año 326 DC por el emperador Constantino y su madre Helena. Desde entonces, la Iglesia ha sido parcialmente destruida y reconstruida. La estructura original fue destruida durante la invasión persa en el año 614 DC, pero fue renovado en el año 628 DC, después de la victoria del emperador Heraclio sobre los persas. En el año 638 DC, cuando Jerusalén fue tomada por el califa Omar Ibn al- Khattab, fue invitado a rezar en la Iglesia, se negó señalando que si lo hubiera hecho, sus compañeros musulmanes convertirían el sitio en una mezquita. Alternativamente, oraba fuera de la Iglesia, en la mezquita de Omar que sigue existiendo hoy en día.
En el interior del complejo de la Iglesia se encuentran las últimas cinco estaciones de la cruz. Estos incluyen la 10ª estación, donde Jesús fue despojado de sus vestiduras. Aquí los visitantes pueden mirar en la capilla latina a través de una ventana especial. La estación 11, en la cresta del Gólgota, donde un santuario latino marca el lugar donde los soldados romanos clavaron las manos y los pies de Jesús en la cruz. En el Gólgota, el Calvario, un altar ortodoxo griego marca la estación 12 donde Jesús fue crucificado y murió en la Cruz. La estación 13 de la Cruz, donde Jesús fue bajado de la cruz, mientras que la Virgen María se encontraba cerca, está marcada por un altar franciscano. La estación 14 y el final de la cruz es la tumba de Jesús.
Hoy en día, los locales del Santo Sepulcro se dividen entre seis denominaciones cristianas, incluyendo la Iglesia ortodoxa griega, la Iglesia Católica Romana, representada por la Orden Franciscana, y la Iglesia Apostólica Armenia. Desde el siglo 19, la Iglesia Siria Ortodoxa de Antioquía, la Iglesia copta, y la iglesia ortodoxa etíope también han compartido el espacio. Este acuerdo de propiedad complicada hace la renovación de algunas partes del edificio casi imposible, ya que cualquier cambio podría causar una violación del acuerdo de status quo entre las Iglesias, y puede ser visto como si fuera para debilitar los derechos de un grupo u otro.
Familias musulmanes de la ciudad vieja de Jerusalén han sido los guardianes del Santo Sepulcro durante siglos. La familia Joudeh ha sido el portero de la Iglesia desde hace varios siglos y la familia Nusseibeh tiene las llaves de la puerta principal de la mañana y la tarde.
